Já vivemos grandes pestes ao longo da história e sabemos que outras virão, mas precisamos nos conscientizar que as circunstâncias de mutação dos vírus que se convertem em ameaça à vida individual, de cada nação e do planeta, dependem das ações humanas.
A pandemia do coronavírus atinge os corpos individuais e coletivos. O mundo parou e além dos aportes das Ciências e informática, o vírus questiona sobretudo a ética humana. Revela a verdade que a comunidade humana precisa encontrar um caminho, uma nova forma que ainda não conseguimos, de mudar o rumo das relações autodestrutivas de poder e competição.
O vírus abala o suposto controle que temos sobre a vida e nos lança à um devir vulnerável, gera ansiedades, medos, inseguranças, tédios, egoísmos, tentativas de controle autoritário, mas também empatia e solidariedade. Tudo isto nos convoca à uma grande e profunda reflexão, afinal, muito mais do que certezas, clínica é uma situação de perguntas.
Que a nossa comunidade de AB consiga estar aberta à escuta de todas as formas de sofrimento, indagando, problematizando, favorecendo o desfazer do cronificado e adoecido. Nosso grounding nos valores básicos da comunidade humana, como hospitalidade, empatia e solidariedade nos permitirá atravessar estes tempos de incertezas, afirmando a potencia dos nossos corpos individuais e coletivos frente aos desafios e assim continuarmos a afirmar a Vida.
Eulina Ribeiro, Luiza Revoredo e Rebeca Berger
Hemos vivido grandes e a lo largo de la historia y sabemos que vendrán otras, pero debemos darnos cuenta de que las circunstancias de mutación de los virus que se convierten en una amenaza para la vida individual, de cada nación y del planeta, dependen de las acciones humanas.
La pandemia de coronavirus afecta a cuerpos individuales y colectivos. El mundo se ha detenido y, además de las contribuciones de la ciencia y la tecnología de la información, el virus cuestiona sobretodo la ética humana. Revela la verdad de que la comunidad humana necesita encontrar una manera, una nueva forma que aún no hemos logrado, para cambiar el curso de las relaciones autodestructivas de poder y competencia.
El virus socava el supuesto control que tenemos sobre la vida y nos arroja a un devenir vulnerable, genera ansiedades, miedos, inseguridades, aburrimiento, egoísmo, intentos de control autoritario, pero también empatía y solidaridad. Todo esto nos llama a una gran y profunda reflexión, después de todo, mucho más que certezas, la clínica es una cuestión de preguntas.
Que nuestra comunidad de Análisis Bioenergético (AB) pueda estar abierta a escuchar todas las formas de sufrimiento, indagando, cuestionando y favoreciendo o deshaciendo lo crónico y enfermo. Nuestra grounding en los valores básicos de la comunidad humana, como la hospitalidad, la empatía y la solidaridad nos permitirá pasar por estos tiempos de incertidumbre, afirmando la fortaleza de nuestros cuerpos individuales y colectivos frente a los desafíos y, por lo tanto, continuar afirmando la Vida.
Eulina Ribeiro, Luiza Revoredo y Rebeca Berger